¿Qué diferencia hay entre la experiencia de un místico y la de una persona con esquizofrenia?

Por si acaso alguien quisiera echárseme a la yugular, vaya por delante la respuesta de uno de los más grandes mitólogos de todos los tiempos, Joseph Campbell:

El místico, dotado de talentos naturales, y siguiendo la instrucción de un maestro, entra en las aguas y descubre que sabe nadar… Mientras que el esquizofrénico, sin preparación, sin guía y sin talentos, ha caído o se ha lanzado intencionalmente y se está ahogando.

Joseph Campbell, Myths to Live By

Entonces…, si la experiencia de ambos se origina en las mismas aguas ¿por qué a los primeros se les encumbra a las cúspides de la santidad, mientras a los segundos se les arroja a los bajos fondos de la locura?

¿Por qué este mundo moderno, tan tecnológicamente avanzado, sigue etiquetando de “enfermas mentales” a las personas que experimentan ese tipo de vivencias -digámoslo claro- propias de otras dimensiones?

¿No tenemos memoria? ¿Acaso los paracetamoles o las diazepinas han existido desde siempre? ¿Cómo hacían muchos de los mal llamados “pueblos primitivos no civilizados” para sanar y/o curar sus desarreglos físicos o mentales?

Desde hace miles de años, montones de historias sobre santos, yoguis, místicos y chamanes a lo largo y ancho del planeta revelan y confirman el altísimo poder curativo y transformador de esos increíbles viajes interiores explorando las más vastas profundidades del reino del inconsciente…, viajando a través del no espacio, atravesando las edades del no tiempo, serpenteando entre los espasmos y temblores intensos que conlleva la catarsis propia del proceso…

¿Para qué? Sí, sí… Para sanar… Si es que ¡más claro, no se puede decir!:

Mientras no hagas consciente tu inconsciente, tu inconsciente determinará tu Vida y tú lo llamarás Destino.

G. Jung

Esa frase y muchas de las nociones de la psicología compleja de Jung alientan a Stanislav Grof, cofundador de la Psicología Transpersonal y padre de la Respiración Holotrópica, a aventurarse en la exploración de esos recónditos espacios inexplorados hasta hace bien poco por esa ya demasiado masculinizada -aunque dicen que moderna- visión occidental.

Y es que, exceptuando, por supuesto, algunas individualidades, a día de hoy, la psiquiatría y la psicología en general todavía no diferencian entre misticismo y “enfermedad mental”, no reconocen oficialmente lo que para las grandes tradiciones espirituales como el budismo, el hinduismo, el cristianismo, el sufismo y otras corrientes espirituales ha sido, y es, origen y medio de sanación para el ser humano…

Pero haberlas, haylas…, esas zonas ocultas, esos espacios íntimos…, esos estados sanos desde dónde pueden rescatarse los recuerdos, existen y tienen un nombre. 

Se llaman Estados Expandidos de Conciencia y descubren para el valiente buceador de sus aguas la mejor de las visiones, donde dioses y demonios bailando juntos componen la más exuberante coreografía caleidoscópica, solo equiparable al más loco de sus sueños. Y, además, Sanan.

Stanislav Grof

Pero, a lo que vamos, que nos perdemos…

Durante la pandemia de 2020, Stanislav Grof corrigió y actualizó su Formación Oficial Internacional sobre Psicología Transpersonal y Facilitador de Respiración Holotrópica (GROF® Breathwork).

Y nuestra Escuela se convirtió en la sede de la Coordinación Española de GROF® Legacy Training.